La falta de responsabilidad social de Apple

La introducción de Apple en el modelo de financiación "Buy Now, Pay Later"es un riesgo para los más jóvenes y su obsesión por los caprichos caros e inmediatos.

La responsabilidad social corporativa (RSC) es la responsabilidad que cada organización tiene con el entorno en el que se desarrolla y con la sociedad de la que forma parte. Es una contribución activa y voluntaria a la mejora social, económica y ambiental por parte de las empresas, con el objetivo de mejorar su imagen pública y su valor añadido.

Es decir, es ir más allá de buscar sólo los ingresos directos de caja, para apostar por una mejora de la sociedad, lo que redundará posteriormente en la empresa (si ayudo a mejorar la vida de mis clientes, estos tendrán más efectivo que gastar en mi, más adelante).

Aunque muchas empresas se vanaglorian de tener activas políticas de RSC, en la mayoría de casos no deja de ser papel mojado con un objetivo publicitario, un punto en el informe anual ante la junta de accionistas, o para exponer en la Web.

Como Apple acaba de demostrar.

Apple ha decido exprimir más al mercado ofreciendo a sus clientes el aplazamiento de las compras a corto plazo, o «Buy Now, Pay Later» (BNPL). Está demostrado que este tipo de créditos inmediatos es un sistema de financiación muy pernicioso para una enorme base de usuarios, sobretodo los más jóvenes y con menos experiencia en las finanzas personales.

¿Cómo gana dinero una empresa que «presta» dinero a un usuario para que compre un bien o servicio y lo devuelva en 4 cuotas fraccionadas sin intereses?

Esperando que no pueda hacer frente al pago de las cuotas y por lo tanto le cobre una penalización. Esa, estadísticamente probable, penalización es el modelo de negocio viable en el que se sustenta el sistema.

De un tiempo a esta parte, nuevas compañías fintech han surgido para ofrecer créditos instantáneos al consumo y han provocado que una enorme cantidad de jóvenes sean incapaces de hacer frente a sus deudas.

La crisis de la deuda inmobiliaria de 2008 nos dejó la expresión «aspirar a vivir por encima de tus posibilidades» y a aquellos que vivieron así se les culpó de la situación. La realidad distaba mucho de eso. La causa real fue la entrega indiscriminada de capitales sin un análisis de riesgos previo por parte de las entidades crediticias. Lo importante era entregar créditos, más que preocuparse de la devolución, más intereses, de los mismos. Ya sabemos como acabó aquello. Pero, no nos olvidemos, muchos se enriquecieron.

Ahora estamos en un nivel inferior a esos créditos inmobiliarios, pero el planteamiento no deja ser el mismo, entregar prestamos sin análisis de viabilidad de retorno. De hecho, a lo que se espera, es a que no se puedan obedecer las condiciones del préstamo. Si esta actividad ya puede parecer perniciosa para el usuario, que lo es, al alentar una compra que no puede permitirse pagar, en las plataformas de e-commerce, imagina el problema añadido si es el propio fabricante de una gama de productos tan atractivos entre la gente joven, como son los de Apple, que lo haga directamente.

Un joven obsesionado por el «prestigio social» que da una marca elitista, no se lo va a pensar mucho cuando vea el letrero de «financia en cuatro pagos sin intereses» junto al último iPhone.

Eso hará que muchas personas tomen decisiones de compra erróneas, que les pondrán en problemas futuros, ya que afectará a su historial de crédito. Y si estamos hablando de jóvenes sin experiencia en organizarse sus finanzas personales… estamos ayudando a crear un nivel de estrés en la sociedad innecesario.

Como comenta Enrique Dans, la normalización de los esquemas de pago en cuatro plazos sin intereses incentiva el consumo irresponsable, y supone un problema para la sociedad, ahora y mañana.

Apple, la marca más valiosa del mundo y valorada en 1 trillón de dólares, ¿realmente necesita introducirse en un mercado socialmente irresponsable?

Imagen de portada de Tim Gouw en Unsplash