No hay discusión sobre la existencia en todos los países desarrollados de una crisis de salud mental en los jóvenes. En las causas es en lo que no se está tan seguro.
En este artículo de la BBC se habla acerca de que el aumento de la ansiedad, depresión y suicidios entre los jóvenes, puede estar ocasionada por la reducción gradual del nivel de independencia de estos, algo que lleva ocurriendo las últimas décadas.
Una de las principales causas del aumento de los trastornos mentales es la disminución de las oportunidades de los niños y adolescentes para jugar y realizar otras actividades independientes de la supervisión y el control directos de los adultos.
Peter Gray, profesor investigador de psicología y neurociencia en el Boston College
Gray y otros compañeros, sostienen que las actividades no supervisados por adultos ayudan a los niños desarrollar la resiliencia y «las características mentales que sientan las bases para afrontar con eficacia las tensiones de la vida«.
Falta de libertad para jugar, explorar y realizar actividades de forma independiente, principalmente al aire libre.
Según los investigadores, parece que la tendencia a supervisar en exceso a los niños comenzó en los 60 del siglo pasado, cuando los niños empezaron a recibir cada vez más supervisión y protección, en detrimento de fortalecer sus competencias, responsabilidad y resistencia.
Evitar todos los riesgos posibles parece que ha sido el mantra de los padres desde entonces.
Creer que no se es capaz de resolver problemas lleva a la ansiedad y la depresión.
El desarrollo de la confianza en sí mismos, por parte de los niños, les ayuda a creerse capaces de resolver problemas, de controlar sus vidas y de enfrentarse a los obstáculos que se encuentren por el camino. Por otra parte, los momentos de juego no supervisado hace que los niños se sienten bien, orgullosos y realizados.
Rasgos del carácter, como el valor, se forma en gran medida con estas experiencias, de las que se ven privados.
Motivos de la reducción de la independencia a los niños:
- La televisión desde hace medio siglo, y los videojuegos desde hace un par de décadas, han hecho que muchos niños se encerraran en casa y se aislaran de sus compañeros.
- La libertad de salir a la calle e inventar juegos ha sido sustituida por la participación en deportes controlados por adultos. Donde se siguen reglas y no se aprende a tomar decisiones, negociar diferencias, o solucionar los problemas que se van encontrando.
- El tiempo que los niños están en la escuela o haciendo deberes no ha parado de subir las últimas décadas.
- El miedo de los padres al secuestro de sus hijos desde los años 80 debido al exagerado seguimiento de los medios de comunicación sobre estos casos aislados, que estadísticamente rara vez ocurren.
- La vigilancia de la comunidad. A raíz del punto anterior se ha generado una consciencia en occidente (en Asia no pasa) de que si un niño está caminando solo hacia el colegio o jugando en un parque, probablemente está en peligro y se informa a la policía, inculcando en los padres la idea de que actúan mal si dejan ese grado de libertad a sus hijos.
- Las nuevas generaciones ya han crecido con esta falta de libertades en su infancia, así que siguen transmitiendo esto a sus hijos.
- La obsesión de los padres por el futuro de sus hijos les ha llevado a creer, esto en Corea lo saben bien, que es vital que sus hijos vayan a la universidad, estudien sin parar, pensando que cuando un niño se limita a jugar, está perdiendo el tiempo.
La solución que proponen los investigadores es que los padres encuentren formas de que sus hijos y otros niños se reúnan sin la interferencia de un adulto. No quieren decir que no haya ningún adulto en una reunión de niños, sino que no intervengan para asuntos que deberían aprender ellos a solucionar por sí mismos, como disputas, pequeñas heridas, discusiones y organización.
Puedes leer el artículo completo en https://www.bbc.com/mundo/articles/cw826eqw7g9o
Foto de portada de Robert Collins
