Cualquiera que se relacione con padres con niños pequeños tiene que aguantar oír la expresión «mi nene es super habilidoso con el móvil», como si sus vástagos fueran prodigios capaces de crear en un pestañeo una programación para cohetes espaciales. La realidad les aplastará con fuerza, a la mayoria, en unos años, cuando se den cuenta de que esos mismos niños que son mega habilidosos de la muerte con videojuegos móviles son incapaces de usar una hoja de cálculo o un procesador de texto. Y eso es algo que muchos que tratamos con millennials y generación Z nos hemos dado cuenta, que sus habilidades digitales son peores que las de sus padres. Y es que creer que el aprender a andar te convierte en corredor olímpico, está más o menos en la línea de pensamiento del que hablábamos al principio del párrafo, sobre las habilidades con el móvil de los pequeños.
Pero eso ahora ha quedado confirmado en el reciente estudio de la OCDE donde, bajo el título «Lectores del siglo XXI: desarrollando competencias de lectura en un mundo digital«, expone las habilidades de comprensión de internet por los jóvenes de 15 años. En el estudio, sólo el 41% de los menores españoles fueron capaces de distinguir hechos de opiniones (la media internacional está en el 54%). Y esto tiene una explicación, y es que en las escuelas a los chicos no se les está formando en entender la diferencia entre opinión e información (lo de saber qué es la célula eucariota, controlado, pero eso de que los chicos sepan que lo que se publica en Internet no es verdad… eso no). A la mayoría de jóvenes de la OCDE se les instruye sobre este asunto, en España sólo se hace con el 46%.
Esto nos lleva a que ese tópico de que las nuevas generaciones serán «adultos críticos y tecnológicamente hábiles» es una falacia.
El estudio de comprensión de la OCDE no es el único que echa por tierra esta idea, otro estudio en la revista Teaching and Teacher Education afirma que “a pesar de las afirmaciones […] no hay evidencia que sugiera que los nativos digitales sean más conocedores de la tecnología o buenos en la multitarea que los de las generaciones superiores”. Para rematar, otro estudio The fallacy of the ‘digital native’ profundiza en la idea de que los millennials no son mejores que sus mayores en el uso de programas informáticos básicos.
Encuestas estadounidenses reflejan que sólo el 58% de los millennials disponen de habilidades tecnológicas que mejoran su productividad en el trabajo, pese a que la mayoría trabaja con medios digitales. Ya en el 2012, la OCDE se encontró en una encuesta que sólo el 42% de los jóvenes eran capaces de hacer operaciones de una complejidad igual o superior a la localización de un dato en una hoja de cálculo y enviarlo por mail. En este artículo de Xataka también exponen lo erróneo de afirmar que los nativos digitales están más preparados para el uso productivo (que no lúdico) de la tecnología que las generaciones anteriores.
Y a esto le unimos la «técnicamente correcta» aseveración de que en los últimos tiempos la generación actual va a ser la primera en tener “un coeficiente intelectual más bajo que sus padres”. Un coctel explosivo que aúna falta de entendimiento de un discurso online, falta de habilidades tecnológicas con cierta incapacidad comprensiva general. Y seamos honesto, a esto hemos llegado por dejadez. Por una educación que sigue anclada en el siglo XX cuando se formaba a jóvenes para trabajar en fábricas, por una falsa creencia paternalista de creer que los hijos son siempre mejores que los padres y por una completa desidia por parte de la sociedad para animar, alentar y potenciar las habilidades de las nuevas generaciones… más allá del culto a la belleza y el consumismo brutal.
Imagen de portada de Todd Trapani en Unsplash
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