Uno de mis primeros recuerdos del instituto es escuchar la aseveración por parte de mi profesora de geografía sobre que Bimbo era mexicana.
Lo cierto es que me quedé un poco impresionado porque, como con tantas otras marcas junto a las que uno crece, uno da por hecho que es española, no por un instinto primario de nacionalismo, sino más bien porque uno dentro de su estrecho mundo infantil no asocia que otra gente, de otros lejanos países pueda disfrutar de las mismas cosas que uno en casa. Con el tiempo empecé a pensar que la marca Bimbo era más norteamericana que mexicana y que mi profe seguramente se habría equivocado o habría leído mal esa información en algún sitio. Pero lo cierto es que, muchos años después, y por mera casualidad, me he enterado de que era cierto… en parte.
El origen del Grupo Bimbo es mexicano, fundada por una familia con orígenes catalanes, los Servitje. Se creó en 1945 y se expendió a España en 1964. Pero su llegada a España se convertiría en toda una situación crítica, de la cual, como siempre, alguien saldría beneficiado. En este caso, un panadero de Alcoy. La historia comienza con este humilde panadero alcoyano que a mediados de la década de los años cincuenta descubre el logotipo de Bimbo en una revista que se publicaba en México, le gustó y decide ponerle ese nombre y logo (con el osito incluido) a su pan tipo Viena, y le encargó a Rafael Abad Segura un diseño adaptado que patentó para toda España.
A principios de 1963 Bimbo decide llegar a España, el panadero alcoyano, Antonio García Sáez, se entera y les hace saber que esa marca estaba inscrita a su nombre en el Registro de Marcas y Patentes. Y aunque el Grupo Bimbo había patentado la marca para todo el mundo en 1937, al estar España ese año en plena guerra civil la marca no había podido ser registrada aquí. Al final se llegó a un acuerdo amistoso por el que el alcoyano recibiría un millón de pesetas por la marca. Después de pagar, los abogados de Bimbo le admitirían al panadero que habrían estado dispuesto a pagarle hasta 12 millones…
Una vez solucionado el «problema» de la marca, empezó la implantación de Bimbo España con una fábrica en Granollers, y en 1965 España ya gozaría del concepto «pan de molde». Pero esa época, la del desembarco en España de las empresas internacionales, también traería la conflictividad laboral al empezar a usar los asalariados los sindicatos para llevar sus reivindicaciones a las patronales. Parece que esta situación le dio miedo al impulsor de traer Bimbo a España, uno de los socios fundadores, y a los 7 años puso pies en polvorosa rumbo a México, vendiendo su 50% en Bimbo España a la panificadora norteamericana, Campbell Taggart. Finalmente, en 1978, el 50% restante en manos de la matriz Grupo Bimbo se vendió a la filial española, con marca y todo, con lo que la filial se hacía independiente. Así se crearon dos empresas unidas por una misma logo-marca pero sin relación ninguna entre ellas a uno y otro lado del Atlántico.
Grupo Bimbo ha intentado comprar la antigua filial española en varias ocasiones, pero por diversas circunstancia aún no ha podido, principalmente por centrar sus inversiones en EEUU, su segundo mercado en importancia. Se da la paradoja de que su mayor competidor en EEUU es Sara Lee, que es la actual propietaria de Bimbo España y que Grupo Bimbo tuvo la oportunidad de comprar el principal competidor de Bimbo Espana en nuestro país, Panrico, pero decidieron no hacerlo porque eso sería renunciar para siempre a Bimbo España…
Grupo Bimbo es el tercer productor de pan de molde del mundo y Bimbo España es líder en los mercados de panadería, bollería y pastelería infantil en España.
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