La publicidad, esa serie de técnicas orientadas a que los potenciales usuarios de un servicio o producto lo conozcan y sientan interés hacia él, ha evolucionado. Porque tiene que hacerlo.
La publicidad lleva tan presente en nuestra sociedad desde hace tanto tiempo que es un ingrediente más de nuestro día a día, nos la comemos sin prestarle la más mínima atención. Por eso las técnicas publicitarias van evolucionando y adaptándose a los cambios generacionales.
El Marketing de Contenidos es la evolución natural en estos días. Una sociedad que se ha acostumbrado a consumir contenidos vorazmente y cuya percepción de los mismos (música, lecturas, vídeos…) es que son (y deben ser) gratis, es una sociedad que espera que las empresas generen contenidos para ella, por supuesto, gratis. Y es que el acceso a tanto contenido, la verdadera revolución que supuso Internet, ha hecho cambiar las reglas del juego. El usuario ya no paga por obtenerlos, ya que cuando hay tanta oferta, las reglas económicas dictan lo contrario, las empresas deben pagar para que la gente consuma sus contenidos. ¿Y por qué? Por la evolución de la publicidad, el Marketing de Contenidos. La Wikipedia resumen muy bien en qué consiste:
El marketing de contenidos es el arte de entender exactamente qué necesitan saber tus clientes y entregárselo de forma pertinente y convincente. En otras palabras, consiste en crear y distribuir contenido relevante para clientes y potenciales clientes con el objetivo de atraerlos hacia la empresa y conectar con ellos. No es, por tanto, contenido promocional sino útil y relevante para los usuarios y para la empresa que ha de ser aportado mediante formatos adecuados.
En definitiva, la «nueva publicidad» ha evolucionado desde el típico anuncio que vende las excelencias de un producto, a hacer de prescriptor. A buscar conectar con el posible cliente. Pero no conectar como comerciante, sino como colega, profesor, asesor, consejero.
Debido a esa saturación de publicidad de la que hablábamos al principio, todos nos hemos acostumbrados a obviar la publicidad real (el advertisement, en inglés), a desdeñarla y a no darle ningún crédito, por lo que la publicidad indirecta (publicty, en inglés) ha cobrado una mayor relevancia. Las empresas ya no sólo pagan a las agencias de publicidad para que les creen advertisements, también para les creen contenidos, y ahí, en ese Marketing de Contenidos, en esa técnica publicitaria que consiste en buscar hacerse colega de tus posibles clientes, para que al final acaben siendo clientes de verdad, es donde encontramos:
- Los post en Twitter
- Las entradas en Facebook
- El blog de la marca, que habla de todo lo relacionado indirectamente con la empresa, menos sobre «la empresa» en sí
- Los vídeos en YouTube
- La revista tradicional en papel o multimedia
Y para ilustrar esto, es donde hablamos del culo de la Kardashian.
Paper es una revista de estilo que le hizo una sesión de fotos a Kim Kardashian. En esas fotos se mostraba en toda su voluptuosidad el generoso culo de la famosa-por-ser-famosa Kim. La revista usó un titular que ella misma reutilizó como hashtag #BreakTheInternet. Y aquí entra el marketing de contenidos.
Los responsables de generar contenidos para las marcas vieron un filón, recordemos, el marketing de contenidos consiste en generar contenido propio, pero no anuncios, publicidad en el termino inglés de la palabra. Pero sobretodo, de manera entretenida, guasona… recordad, el objetivo es «conectar» hacerse «colega» de los clientes.
Y ¡alehop! Internet se llenó de contenido generado por las marcas aprovechándose del culo de la Kardashian:
