África

Como punto de partida, Antonella Broglia, utiliza el polémico libro de la economista africana Dambisa Moyo "Dead Aid" donde da rienda suelta a su enemistad con las ayudas occidentales a África, que después de décadas, han demostrado que no aportan ayuda real a la sociedad africana, sino que sólo sirven para crear corrupción política y enriquecer a unos pocos. La idea que aporta Moyo es la de apoyar el comercio con África para así crear una sociedad que no dependa de las ayudas económicas externas sino que se mantenga por sí misma.

El pasado martes acudí a la cuarta sesión de las sesiones Update que desarrollan desde la web infonomia.com en distintas ciudades tanto españolas como de hispanoamérica. En estas sesiones informativas, dos expertos de la actualidad económica actual dan sus particulares pistas sobre 10 ideas concretas que se están desarrollando en el ambiente empresarial. Bajo esta premisa, estos dos expertos del «speech» desarrollan en unos minutos 5 ideas cada uno, todo condensado en dos horas frenéticas de información. De entre las ideas que aportaron, una sobre África me impresionó sobremanera por no conocer nada sobre este tema, la actualidad económica africana.

Como punto de partida, Antonella Broglia, utiliza el polémico libro de la economista africana Dambisa Moyo «Dead Aid» donde da rienda suelta a su enemistad con las ayudas occidentales a África, que después de décadas, han demostrado que no aportan ayuda real a la sociedad africana, sino que sólo sirven para crear corrupción política y enriquecer a unos pocos. La idea que aporta Moyo es la de apoyar el comercio con África para así crear una sociedad que no dependa de las ayudas económicas externas sino que se mantenga por sí misma, ya que recursos sí que posee, y en abundancia, la zona. A partir de este punto, Broglia -la oradora de este Update- nos informa de la actualidad comercial africana, que os describo a continuación utilizando el libro de mano con el que nos obsequiaron en la charla:

Una nueva África va sustituyendo poco a poco a la de la percepción universal, anclada en la idea de enfermedades, caridad, guerras y corrupción. La nueva África subsahariana muestra un crecimiento económico del 6 ó 7 % al año, con puntas de más del 8 % en Nigeria, Uganda y Tanzania. Después de décadas de guerra, muchos países de la región han salido con mayor estabilidad política y económica, sistemas bancarios saneados, inflación de un dígito. Nigeria hasta pagó su deuda externa. Además, hay países que empiezan a aplicar políticas claras de crecimiento (como Ruanda con sus inversiones en las TIC), y las empresas africanas ofrecen beneficios del 10 ó 11 %, y un retorno del capital (ROI) del 70 % mayor que empresas comparables en India, China, Indonesia y Vietnam. En un artículo publicado en la revista on-line AllAfrica, Collier y Scheneidman (este último, asesor de Obama en cuestiones africanas) informan que la tasa de ROI de las empresas africanas es ahora la más alta del mundo. Mientras el sistema bancario del primer mundo se tambalea, Ecobank, un banco basado en Togo que lleva 21 años en el mercado, emplea a 11.000 personas, y tiene 620 oficinas en 26 países, sigue expandiéndose y añade a su red a otros tres países en 2009, aumentando sus beneficios en un 30 % según los últimos datos disponibles. La era de las ayudas, humillante, favorecedora de la corrupción y paralizadora de la innovación, empieza su declive. En 2006, las inversiones privadas en África superaron las ayudas. Negocios como la construcción y la telefonía móvil prosperan más que nunca, y el empresario sudanés Bo Ibrahim, creador de la empresa de telefonía móvil Celtel (que ahora se llama Zain y que ha transformado la vida y los negocios de millones de personas), ha empezado una campaña para apoyar públicamente a los gobiernos africanos que se enfrenten a la corrupción. China tiene un rol clave en el desarrollo de África. El negocio entre África y China ha aumentado una media del 30 % en los últimos 10 años, y sigue en aumento. China intercambia control de los minerales y otras materias primas de África por la construcción de carreteras, ferrocarriles, escuelas y hospitales. Y Rusia, Brasil, India y Corea del Sur van detrás. «Trade, not aid», afirma un importante productor africano del café. África necesita hacer negocios con las empresas internacionales, necesita conectarse con gente inteligente, necesita dinero privado. Y tiene muchísimo que dar a cambio. Ahora.