La mitificación de los «grandes hombres»

La obsesión de Estados Unidos por los «grandes hombres» y los mitos fundadores perpetúa la desigualdad y oculta la verdad.

El ensayo «La obsesión de Estados Unidos por los niños genio y los ‘grandes hombres’ nos está arruinando» de Alice Bolin, publicado en The Guardian, explora críticamente la fascinación estadounidense por las narrativas de hombres poderosos y cómo estas historias perpetúan ideologías de desigualdad y dominación. Bolin argumenta que esta obsesión por los «grandes hombres» y sus mitos fundadores ha llevado a una concentración extrema de riqueza y poder en manos de unos pocos, perpetuando un statu quo injusto.

La exaltación de los multimillonarios y fundadores tecnológicos representa una ideología de dominación que empobrece los relatos. ​

El artículo comienza con una crítica al documental sobre WeWork y su fundador, Adam Neumann, destacando cómo su historia refleja una tendencia más amplia de glorificar a los empresarios tecnológicos como genios visionarios, a pesar de sus fracasos y comportamientos cuestionables. Bolin señala que estas narrativas no solo son engañosas, sino que también ocultan las verdaderas dinámicas de poder y desigualdad en la sociedad.

Bolin también examina cómo estas historias se perpetúan en la cultura popular, citando ejemplos como la película «La Red Social» y el musical «Hamilton«. En «La Red Social», la representación de Mark Zuckerberg como un genio misógino refuerza la idea de que el éxito y la innovación justifican comportamientos cuestionables.

«Hamilton» de Lin-Manuel Miranda, destaca por su falta de ironía y su representación no crítica de la historia estadounidense. Aunque el musical se presenta como una obra innovadora de hip-hop sobre los padres fundadores, perpetúa una narrativa tradicional centrada en hombres blancos. Matt Stoller, en su ensayo «The Hamilton Hustle,» señala las deficiencias y acciones negativas de Alexander Hamilton, quien era antidemocrático y favorecía un gobierno liderado por una élite financiera y militar. Aunque a menudo se le presenta como un abolicionista, Hamilton tuvo vínculos con la esclavitud. Su legado autoritario contribuyó a la desigualdad económica que persiste hoy en día.

La narrativa de «cambiar el mundo» oculta prácticas empresariales cuestionables y la concentración de riqueza.

El ensayo también aborda cómo este tipo de narrativas se utilizan para justificar y perpetuar la desigualdad económica y social. Bolin argumenta que la obsesión por los «grandes hombres» y sus historias de éxito individual oculta las estructuras sistémicas que perpetúan la desigualdad y la opresión. Además, señala que esta obsesión ha llevado a una concentración extrema de riqueza y poder en manos de unos pocos, con consecuencias devastadoras para la mayoría de la población.

La autora cuestiona por qué se permiten o celebran ciertas acciones o entidades que han tenido impactos negativos, como Facebook, Enron, o una economía desregulada donde el robo se ha normalizado como base de las mayores fortunas. El texto critica a figuras como Elon Musk, quien, además de sus logros como revivir el sueño de los viajes espaciales y fabricar coches eléctricos, también encarna la excentricidad y megalomanía. Se menciona su influencia en el gobierno federal, que ha tenido efectos caóticos durante un período de cuatro meses.

La percepción pública de estos «grandes hombres» está cambiando, revelando su incompetencia y megalomanía.

Bolin concluye con un llamado a reconocer y desafiar estas narrativas de dominación. Argumenta que es necesario dejar de glorificar a los «grandes hombres» y sus historias de éxito individual, y en su lugar, enfocarse en las estructuras sistémicas que perpetúan la desigualdad y la opresión. Solo así, sugiere, podremos construir una sociedad más justa y equitativa.

En definitiva, el ensayo de Bolin ofrece una crítica mordaz de la obsesión estadounidense por los «grandes hombres» y sus mitos fundadores, argumentando que estas narrativas perpetúan ideologías de desigualdad. A través de ejemplos de la cultura popular y análisis de las dinámicas de poder, Bolin llama a desafiar estas narrativas y enfocarse en construir una sociedad más justa y equitativa.

PHOTOGRAPH BY STUART ISETT/Fortune Brainstorm TECH. https://www.flickr.com/photos/fortunebrainstormtech/28174966951

WeWork

Adam Neumann

  • WeWork fue una startup neoyorquina que alcanzó una valoración de 47 mil millones de dólares antes de su colapso.
  • Adam Neumann, su fundador, recibió un paracaídas dorado de 1.700 millones de dólares tras su dimisión. ​
  • La empresa se presentó como una innovadora tecnológica, aunque su modelo era inmobiliario.

Carteles de La red social (2010) y Steve Jobs (2015).Composite: Sony Pictures, Universal Studios

Mitos de

Silicon Valley

  • La cultura de Silicon Valley idolatra a los «niños genio» como Mark Zuckerberg y Steve Jobs. ​
  • La narrativa de «cambiar el mundo» oculta prácticas empresariales cuestionables y la concentración de riqueza.
  • Documentales como «La red social» y «Steve Jobs» glorifican a estos personajes, a menudo ignorando sus defectos.

Lin-Manuel Miranda in the title role of his musical «Hamilton» https://www.flickr.com/photos/jurvetson/25945250053/ Author: Steve Jurvetson

Narrativas Históricas

Hamilton

  • El musical «Hamilton» de Lin-Manuel Miranda presenta una visión idealizada de Alexander Hamilton, ignorando su autoritarismo.
  • La representación de los padres fundadores en la cultura popular perpetúa mitos sobre la historia estadounidense.
  • La narrativa de Hamilton se convierte en propaganda que oculta la desigualdad y el autoritarismo en la política.
Alice Bolin es autora de Dead Girls: Essays on Surviving an American Obsession y Culture Creep: Notes on the Pop Apocalypse, a la venta este mes. El ensayo que aparece en The Guardian es una adapatación de Culture Creep por cortesía de Mariner Books, HarperCollins Publishers.
Foto de portada de aldi sigun

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