No Time To Die debería haberse estrenado el pasado abril (2020) pero ha sido retrasado al 21 de abril del 2021 por los estragos que la COVID-19 está causando en la asistencia a las salas cinematográficas. Pero parece que el Estudio ha estado tanteando la posibilidad de venderla a servicios de streaming como Apple TV+ y Netflix por 600 millones de dólares.
El motivo detrás de esta «opción b» está en las perdidas ya acumuladas por la paralización del estreno, calculadas entre 30 y 50 millones de dólares, y la incertidumbre sobre si el año que viene podrá estrenarse la película finalmente.
Lo cierto es que estamos viendo un transferencia de estrenos desde las salas a los servicios de streaming desde el comienzo de la pandemia, ante la imposibilidad de estrenar las películas y la necesidad de encontrar ingresos por parte de los Estudios.
Greyhound fue vendida a Apple TV+, y ha sido el gran éxito cinematográfico de la plataforma. La segunda parte de El principe de Zamunda, Coming 2 America se va a estrenar en Amazon Prime Video, Disney lleva su tradicional estreno navideño, este año la película de Pixar Soul, directamente a Disney+ saltándose los cines, Warner Bros. tuvo que vender Enola Holmes a Netflix para que la película no se quedara en un cajón sin estrenar… y así la lista que va creciendo.
Pero la posibilidad de llevar a streaming No Time to Die parece más compleja debido a diversos factores, como el alto precio puesto por MGM, que las plataformas consultadas ven excesivo, y los contratos de patrocinios con los que cuenta la película.
Desde hace años, las aventuras de James Bond son en realidad caros anuncios de grandes firmas, como Land Rover, Omega y Heineken, que desembolsan grandes cantidades de dinero por aparecer en las mismas para beneficiarse de la alta visibilidad que tiene el vehículo Bond.
Pero si la película no se estrena en cines, las marcas pierden el acceso a la gran masa de público a la que esperaba llegar, por lo que el Estudio debería consensuar con las firmas involucradas cualquier decisión final que se tomara sobre el canal de distribución de la cinta. Como, por ejemplo, la venta de Coming 2 America a Amazon dependía de que sus socios promocionales, McDonald’s y Crown Royal, estuvieran de acuerdo con el cambio de planes.
Además, el Estudio tendría que consultar también con los productores Barbara Broccoli y Michael G. Wilson, que ejercen el control de la serie a través de su compañía Eon, y Universal Pictures, que tiene los derechos de distribución en el extranjero de No Time to Die. La distribuidora pediría sin lugar a dudas ser recompensada por cualquier venta y reembolsada por cualquier gasto en el que ya hubiera incurrido.
Al final, todo lo decidirá la pandemia y su desarrollo. Por este motivo MGM está contemplando diversas opciones, al igual que están haciendo el resto de estudios cinematográficos y las marcas comerciales, sobre sus campañas promocionales. Las empresas necesitan ingresos para sobrevivir y si tienes un producto que te puede dar liquidez, todo se transforma en una apuesta, o vendo ahora, o espero un tiempo para ver si puedo rentabilizar la inversión con mayores márgenes duplicando los canales de distribución, salas y streaming.
Como decía Cohen el Bárbaro en la novela de Terry Pratchett, «estos son tiempos interesantes«.
Imagen de portada extraida de un artículo no relacionado en Finacial Times
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