Mitos del diseño: Metro de Londres

El plano del metro de Londres es uno de los diseños gráficos más importantes de la humanidad ya que a partir de él se han creado la gran mayoría, por no decir la totalidad, de los planos de transporte público de las ciudades de todo el globo. Su diseño fue obra de un ingeniero, Henry Beck y su gran visión consistió en obviar las relaciones de distancia reales entre las estaciones y la utilización identificativa del color para los ramales.

En 1931 se forma la London Transport para unificar las 165 compañías independientes que formaban la red de transportes públicos de trenes y autobuses que operaban en Londres. Frank Pick sería el primer director de la compañía y quiso unificar la imagen de la nueva empresa, hasta ese momento cada red tenía su propia identidad, y así lograr que los propios empleados asimilaran el concepto de unidad. Para ello se apoyó en el diseño, lo que sería toda una novedad y una innovación para la época, nunca antes hecho. Se pretendia que el público viera a partir de ese momento una única red que agrupara todas las anteriores y que fuera facilmente reconocible. Pick crearía así la primera «identidad corporativa» totalmente integrada de la historia.

Mapa original del Metro de Londres

Pick encargó varios trabajos de grafismo a Edward Johnson (1972-1944) y Edward McKnight Kauffer entre otros diseñadores, y a arquitectos, que diseñarían nuevas estaciones. Henry Beck, uno de los electricistas de la compañía que previamente había estudiado ingeniería, diseñó por iniciativa propia un nuevo plano para el metro. El metro de Londres era cada vez más complicado y los mapas de los años veinte resultaban difíciles de interpretar ya que intentaban describir las posiciones geográficas reales de las líneas y estaciones. Beck rediseñó el mapa en 1933 con un enfoque diagramático como si se tratara de un circuito electrónico que, en vez de presentar las distancias geográficas entre estaciones, plasmaba la relación espacial de una estación a otra. Este ingenioso mapa esquemático utilizaba el color simbólicamente partiendo de una retícula octogonal y situando las líneas y estaciones en ángulo recto o a 45 grados, lo que proporcionaba mayor claridad visual. Además, la inclusión del Támesis y de nombres tan famosos como Victoria Station o Picadilly Circus dotó al mapa de una inconfundible y fuerte identidad londinense que hizo que más que un diagrama la gente lo tomara como un plano del Londres tal y como ellos lo imaginaban.

Mapa de Beck del Metro de Londres cuyo diseño sigue estando vigente hoy día

Por su parte Edward Johnson diseñó una nueva tipografía para los nombres de las estaciones y un logotipo para la red de trenes, los autobuses, que estaban pintados de rojo, tendrían su propio logotipo.

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Un comentario

Juan 11 octubre, 2013

Muy interesante 🙂